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Breve descripción de los 10 años


El PRD se proyectaba como un partido con amplias posibilidades de gobernar por mucho tiempo y Balaguer ya alcanzaba la edad de 72 años, pero contrario a esas predicciones la pobre gestión gubernativa del PRD en dos períodos consecutivos (1978-82 y 1982-86) creó las condiciones para un retorno balaguerista a la Presidencia de la República en 1986. 

Con un 41% de los votos Balaguer ganó las elecciones nacionales, lo cual le permitiría investirse por quinta vez como Presidente de la República y, por primera vez, producto de unas elecciones libres y competitivas. 

Si bien un tanto inesperada, su victoria no tomó muy de sorpresa a los dominicanos. Visto desde fuera asombraba que Balaguer, ciego y a los casi 80 años de edad, obtuviera una mayoría de los votos. Pero si bien su salud y edad preocupaban, había otros factores que daban cuenta de su triunfo electoral. Vale la pena enumerar tres. Uno: fue, como ya se mencionó, la pobre gestión gubernativa del PRD. En vez de gestar consensos y atender las demandas sociales y necesidades de amplios sectores de la población dominicana, el PRD se consumió en luchas internas que fragmentaron el partido y obstaculizaron una gestión gubernativa mínimamente efectiva. Otro fue la consistencia del voto balaguerista que se había hecho evidente desde las elecciones de 1982. Contrario a la idea de que una vez fuera del poder Balaguer perdería su apoyo electoral, las elecciones de 1982 reflejaron que la base de apoyo electoral balaguerista era estable y abarcaba alrededor de un tercio del electorado (con un PRD todavía robusto y Balaguer haciendo poca campaña electoral, un 39% del electorado votó a su favor en las elecciones de 1982). Finalmente, el auge electoral de Juan Bosch y su Partido de Liberación Dominicana (PLD) que en un balance general favorecía a Balaguer porque los votos que ganaba el PLD provenían básicamente del electorado descontento con el PRD, y porque el paso de un sistema bipartidista a uno tripartidista beneficiaba a la fuerza pública capaz de asegurar por sí sola una mayoría relativa de los votos; en este caso el balaguerismo.

La campaña electoral de Balaguer en 1986 tuvo dos componentes esenciales. Por un lado se enfatizaron los logros del gobierno de los 12 años. Y ante una crisis econó-mica que se agudizaba y un faccionalismo brutal en el PRD, la nostalgia por el crecimiento económico y el liderazgo unificado favorecía ciertamente a Balaguer. Por otro lado, éste enfatizó su intención de hacer un gobierno distinto a los anteriores.

Con términos hasta poéticos, Balaguer declaraba que en una nueva gestión realizaría el gobierno de sus sueños que condiciones adversas le habían impedido realizar en el pasado. Así aseguró un 41% de los votos para lograr su victoria electoral (el PRD obtuvo un 39% y el PLD un 18%).

Al pasar los años resultó claro que el sueño de Balaguer no era muy distinto al recetario del pasado. Para reactivar la economía impulsó la construcción. Por otra parte, su estilo de gobernar se caracterizó rápidamente por el personalismo y el verticalismo que había aprendido a la sombra de Trujillo y que reafirmó en su gestión de los 12 años. Pero ante una sociedad más organizada y compleja, y sumida en una terrible crisis económica, ese estilo de gobernar y estrategia económica generaría fuertes tensiones con diversos grupos sociales, incluyendo sectores empresariales. 


"Presidente ciego a los 85 años de edad, en uno de los momentos más oscuros de la vida económica de la República Dominicana, Balaguer se refugia una vez más en la solitud que ha sido su compañera de vida. Sordo ante las demandas por cambios, Balaguer ha llevado últimamente a los más altos cargos en la administración pública a sus más cercanos colaboradores, diestros ejecutores de sus órdenes."

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